10.7.07

Letters from Chichijima

(Lee esta entrada en español en "Comments", al pie)

Between March 9th and May 20th, 2007, I lived and worked as a WWOOFer in the isle of Chichijima, Ogasawara Islands, Japan. Living in Ogasawara, as many of my close friends know, has been a dream and an objective of mine for more than 6 years. I still remember those hours spent browsing the net for information and pictures about this archipelago. I used to daydream of its beaches, sea landscapes, forests and people as if it was my sole aim in the coming years to go and live there. When I saw myself on the ferry’s dock looking at Chihijima’s rugged cliffs, only 5 minutes away from landing on my private promised land, … I felt on top of the world.

What followed was in a way quite different from what I expected but yet, it was one of the most life-changing experiences I’ve had so far. And certainly, it marked the beginning of a new life phase for me.

Although I will never forget the incredible beauty and warmth of Ogasawara and its people, I reckon I need to relive it, put my ideas and feelings together and share with you the memories of my most incredible journey till date.

You'll find all this here, in my “Letters from Chichijima”.

1 comment:

pikalpie said...

Cartas desde Chichijima

Entre el 9 de Marzo y el 20 de Mayo de 2007 viví y trabajé como WWOOFer en la isla de Chichijima, archipiélago de Ogasawara, Japón. Durante más de 6 años, soñé y planeé vivir en una isla que nunca pisé, en un país desconocido, a 1.000 kilómetros de la ciudad más próxima (que resulta ser una de las urbes más impresionantes del planeta: Tokio) y rodeado de bosques subtropicales y un mar azul de aguas límpidas. Busqué información, fotos y contactos en la isla en incontables horas navegando por la red. Con el tiempo el “sueño” remitió levemente para luego resurgir no sólo una vez, sino varias. Con esa historia a mi espalda, a comienzos de Marzo me vi en la cubierta del ferry que me acercaba a los acantilados resquebrajados de Chichijima, a 5 minutos de poner el pie en la tierra de mis sueños y … no podía creérmelo. Me sentía el hombre más afortunado del mundo.

Los acontecimientos que sobrevinieron fueron en cierto modo muy distintos de los que me esperaba, tanto para bien como para mal. Sin embargo, vivir en Chichijima ha sido, sin duda, una de las experiencias que más me ha marcado hasta el momento y ha significado el comienzo de una nueva etapa en mi vida.

Aunque sé que la increíble belleza y calor de las islas y sus habitantes no se borrarán de mi memoria, supongo que ahora he de revivirlo todo para intentar poner en su sitio mis enseñanzas y sentimientos y sacar en claro porqué tenía que ir a ese lugar y vivir lo que viví. Y por supuesto, aquí voy a hacerles partícipes a ustedes de este viaje en el tiempo a uno de los viajes más increíbles que he realizado.

Todo de lo que les hablo lo encontrarán aquí, en mis “Cartas desde Chichijima”.