
(If you don't read Spanish, see an English version of the entry, posted as the first comment)
La razón de ser de este blog no es otra que mi marcha inminente de España a Japón. El nombre del blog también tiene que ver con ello. Pero la verdad es que en ningún momento he contado el por qué o el cómo. Así que en los próximos días iré desvelando de qué va todo esto de pirarse al fin del mundo. Eso sí, voy a hacer en varias entregas por que es una historia un pelín larga.
En los últimos 10 años de mi vida he vivido a partes iguales en España y en Reino Unido, principalmente en Escocia. Los últimos 2 años y medio he estado aquí en Tenerife, trabajando, viviendo en familia y aprendiendo un montón de cosas interesantes. Sin embargo, desde que volví de Escocia, nunca he tenido claro que mi destino fuera quedarme a vivir en las islas. La vida aquí es estupenda por el paisaje, el clima y el calor de la gente. Pero dependiendo de en qué círculos te muevas, tvivir aquí puede ser una pasada de interesante o… todo lo contrario. En mi caso ha sido un poco de las dos y como no me queda claro cual ha sido la parte que más ha pesado, no me voy a dar más tiempo para averiguarlo, que ya van dos años y medio, y por eso arranco la caña y que sea lo que dios quiera.
Aunque realmente todo se podría resumir diciendo que tengo ganas de ver el mundo y punto. Por eso “me pica el pie” (que es la traducción literal de “itchy feet”, que en inglés significa, “ser o estar inquieto y querer moverse y ver mundo”). Creo que cualquiera que me conozca sabrá que no se me puede definir mejor.
Así que a pesar de que me va a ser muy duro dejar mi vida aquí y en especial a la gente que más quiero, y aún más en especial a los niños y niñas de los que he estado rodeado sin parar en este tiempo, y entre todos ellos, más que a nadie, al ángel de Adua,… no hay mejor opción que hacer lo que uno sabe que debe hacer y arriesgarse.
Por qué a Japón, en la próxima entrega.